Desde 1993, Magic ha creado más de 300 tipos de criatura distintos, pero no todos han recibido el mismo cariño ni soporte con el paso del tiempo. Entre los grandes olvidados destacan los Atog, un tipo con solo 12 cartas impresas que, pese a llevar más de dos décadas sin novedades, conserva amenazas históricas, sinergias potentes de sacrificio y hasta un comandante propio que permite montar un tribal tan raro como explosivo.
De Antiquities A Premoderno: el pedigrí de los Atog
El viaje de los Atog arranca en Antiquities con el clásico Atog, una criatura capaz de sacrificar artefactos para inflarse hasta niveles absurdos, tan fuerte que terminó prohibida en Pauper por su rol en mazos de Affinity. A lo largo de los años aparecieron apenas una docena de variantes, pero varias fueron lo bastante potentes como para dejar huella, como Chronatog, que puede rematar partidas sacrificando tus propios turnos si consigues conectarlo, o el mítico Psychatog, finisher de control clásico que hoy vuelve a ser pilar en Premoderno.
El impacto de Psychatog fue tal que Wizards le dedicó un homenaje moderno en Psychic Frog, replicando la idea de convertir cartas en mano y cementerio en fuerza explosiva. A pesar de este cariño puntual, el tipo como tal lleva parado desde Megatog en Mirrodin, impreso hace más de 20 años y considerado demasiado caro para lo que ofrece; desde entonces, ningún set estándar ha traído Atogs nuevos.
¿Atogatog Y Cómo Armar Un Tribal Atog En Commander?
El gran salvavidas del tipo es Atogatog, el único Atog legendario y comandante cinco colores que “come” otros Atog para ganar fuerza, perfecto para liderar un tribal. Con solo 12 Atog disponibles, el mazo se completa tirando de Changelings y otras criaturas cambiantes (como Mirror Entity o Taurean Mauler), que cuentan como Atogs extra y permiten llegar a una masa crítica de amenazas.
La clave es abrazar el plan de sacrificio que define al tipo. Atogs piden sacrificar artefactos, encantamientos, criaturas o tierras para crecer, así que rodearlos de payoff como Juri, Master of the Revue, Mazirek, Kraul Death Priest o Mayhem Devil convierte cada sacrificio en daño, contadores +1/+1 y presión constante. Trucos como Faith’s Reward y Second Sunrise te permiten limpiar la mesa de permanentes, alimentar a tus Atog y luego recuperar todo tu tablero, creando swings espectaculares típicos de este arquetipo.
Coste, Futuro Del Tipo Y Soporte Indirecto
Construir un tribal Atog es sorprendentemente barato: incluso las piezas más caras, como Chronatog, rondan los 10 dólares, y el conjunto de los 12 Atog se puede conseguir por poco más de 20 en total, dejando tu presupuesto libre para mejorar la base de maná y las cartas de soporte. A nivel de diseño, el panorama es más incierto: según la Beeble Scale de Mark Rosewater —versión para tipos de criatura de la Storm Scale—, los Atog están valorados en un 7, es decir, “improbable que vuelvan, pero posible en las condiciones adecuadas”.
El mejor ejemplo de esta reticencia es Ravenous Intruder, criatura de Aether Revolt que es funcionalmente un Atog de artefactos pero registrada como Gremlin en lugar de Atog, borrando de facto el tipo en un diseño nuevo. Aun así, el arquetipo sigue recibiendo ayuda indirecta: cada carta que recompensa sacrificios o prefiere permanentes que entren y salgan del campo mejora el mazo, y nuevos Changelings —como los que traerá Lorwyn Eclipsed— añaden “Atogs técnicos” adicionales al pool. Para quienes disfrutan de rescatar criaturas raras del pasado y sorprender a su mesa con algo que casi nadie ha visto, el tribal Atog sigue siendo una elección tan nostálgica como peligrosamente efectiva.
