Los dos episodios más recientes de la historia de March of the Machine reúnen a los lectores con Elspeth después de que ella se alejara con el Sylex explotando.
El episodio 6 comienza en la mente de Elspeth, donde sueña con su traumática infancia, encarcelada por las fuerzas de Pirexia. Después de verse obligada a revivir los horrores que llevaron a la muerte de su madre en tercera persona, Elspeth interviene en su sueño para salvar su yo joven, momento en el que una voz le hace señas para que se despierte. La voz pertenece a uno de los ángeles más poderosos e icónicos de Magic: Serra.
Al despertar, Elspeth se encuentra flotando en el espacio, rodeada de visiones de su pasado y presente. Disfrazada como el rostro de su madre, Serra guía a Elspeth de plano en plano, lo que le permite ser testigo de primera mano del alcance de la invasión pirexiana. Ella es testigo de oómo Atraxa arruina New Capenna, Ajani convierte a los dioses de Theros y la destrucción de innumerables otros planos.
Según Serra, ella tiene la opción de intervenir para salvar cualquiera de estos planos tan queridos para ella, pero Elspeth sabe que su propósito es mayor. Incluso cuando Serra la tienta tomando la forma de su amado Daxos, Elspeth sigue adelante y elige intervenir donde más importa: en el corazón de New Phyrexia.
Desde el espacio de la otra dimensión, Elspeth observa como Elesh Norm desmiembra al Magistrado hereje, Urabrask. Su mirada se desplaza hacia las formas, arrodilladas en el suelo cercano: Chandra, Wrenn, Koth y Karn. Elspeth reconoce que el destino del multiverso se determinará aquí y, alejándose de sus propios deseos egoístas de salvar a Ajani o su plano natal, sabe que es ahí donde debe intervenir.
Aparentemente satisfecha con su decisión, Serra se desvanece cuando Elspeth renace en arcángel.
El capítulo 7 comienza con un monólogo de Karn. El ahora gran padre de las máquinas, en vida, ha sido torturado por Pirexia y yace indefenso sobre una losa de cemento. Mientras Karn recuerda su pasado, Elesh Norn ordena a Jin-Gitaxias que acabe con él. Justo cuando baja su garra, la ahora ascendida Elspeth desciende desde arriba con un toque de clarín, aterrizando con tal fuerza que las fuerzas de Jin-Gitaxias caen al abismo.
A pesar de su nueva apariencia, tanto Karn como Elesh Norn reconocen la voz de Elspeth. Los Magistrados atónitos observan cómo Elspeth hace lo que puede para curar a sus aliados antes de volver su mirada a Elesh Norn. La madre de las máquinas ordena a Nissa y Jin-Gitaxias que persigan a Chandra y a los otros prisioneros rejuvenecidos, mientras ella centra toda su atención en Elspeth.
Elesh Norn arroja pedazos de escombros de todos los tamaños y materiales al arcángel, pero ninguno tiene ningún efecto. Ahora, al alcance de la mano, Elesh Norn se lanza al estereotípico discurso de villano “no somos tan diferentes, tú y yo”, pero sus palabras tienen el efecto contrario en Elspeth, quien vuelve los juegos mentales en su contra. Antes de que Elesh Norn pueda reaccionar, Elspeth lanza su ataque con una luz cegadora y luego corre para alcanzar al otro grupo.
Entonces, ¿Qué te parecieron los capítulos de hoy?
