La Lista de Reserva de Magic: The Gathering sigue siendo uno de los temas más polémicos entre jugadores, coleccionistas y el propio equipo de diseño. Mark Rosewater, head designer de MTG, ha comentado que, si pudiera rehacer la historia, jamás habría prometido no reimprimir estas cartas, sino que habría creado un sistema claro y transparente de reimpresiones con aviso previo. A partir de esa idea, es posible imaginar un modelo alternativo que quizás habría protegido la confianza de los jugadores sin condenar el acceso a las cartas más icónicas del juego.
¿Qué Es La Lista De Reserva Y Por Qué Molesta Tanto?
La Lista de Reserva se creó en 1996, tras la reacción negativa a sets de reimpresiones como Fourth Edition y Chronicles, que abarataron drásticamente cartas que muchos veían como inversiones a largo plazo. Wizards respondió prometiendo no reimprimir nunca más unas 600 cartas, incluyendo piezas de altísimo impacto como Black Lotus, los dual lands originales y buena parte del Power Nine.

Este compromiso ha mantenido altísimos los precios de muchos staples de Vintage y Legacy, al punto de que un mazo completo puede costar más que un coche, lo que limita el acceso competitivo a estos formatos. Al mismo tiempo, Wizards lleva casi 30 años sin romper de forma directa la promesa, pese a que la mayoría de la comunidad preferiría ver la Lista de Reserva desaparecer o al menos suavizarse.
La Alternativa Que Sugiere Rosewater
Cuando le preguntaron cómo habría gestionado la Lista de Reserva sabiendo lo que sabe hoy, Rosewater respondió que, en lugar de prometer “no reimprimir nunca”, habría definido desde el inicio un marco transparente para reimpresiones con calendario y criterios claros. Es decir, un sistema donde los jugadores supieran con antelación cuándo y cómo podrían volver a ver ciertas cartas, reduciendo el miedo a que su inversión se desplomara de un día para otro.
Este enfoque se asemeja a la política actual de actualizaciones programadas de la banlist: Wizards anuncia ventanas concretas para cambios, de forma que el impacto sobre quienes poseen cartas caras y poderosas sea más predecible. La idea central es sustituir una promesa absoluta por un contrato social de comunicación constante, avisos previos y reglas estables para el mercado secundario.
Lista De “Reserva Blanda” Alternativa
Inspirándose en lo que plantea Rosewater, podría haberse creado una “lista de reserva blanda” con reglas como estas:
- Reimpresiones permitidas pero programadas
Un grupo de cartas “protegidas” sólo podría reimprimirse cada cierto número de años (por ejemplo, cada 5–7 años), con anuncio oficial al menos un año antes de la reimpresión. - Límites de frecuencia y tipo de producto
Las cartas de esta lista sólo aparecerían en tiradas especiales (ediciones premium, productos Masters, Secret Lairs de edición limitada), evitando inundar el mercado pero permitiendo que nuevos jugadores accedan a ellas. - Comunicación de impacto en formatos
Cada reimpresión vendría acompañada de un análisis del impacto previsto en formatos competitivos y en el mercado secundario, para que coleccionistas y jugadores puedan decidir con tiempo si mantener o vender sus copias. - Revisión periódica de la lista
Igual que la actual banlist, la lista se revisaría en fechas establecidas, pudiendo añadir o retirar cartas según su impacto real en precios, juego organizado y demanda de los jugadores. - Compensaciones indirectas a coleccionistas
Cuando se reimprima una carta de alto valor, podrían ofrecerse versiones premium exclusivas, numeradas o con arte alternativo para quienes priorizan el coleccionismo sobre el juego.
Un sistema así habría mantenido parte de la promesa de “protección de valor” sin bloquear de forma indefinida el acceso a cartas esenciales, reduciendo tanto la especulación extrema como la frustración de quienes quieren jugar con las piezas más emblemáticas del juego.

