Balthor Rockfist.

Balthor Rockfist era un enano del Clan de las Rocas expulsado por su propio pueblo, y que se convirtió en un importante cacique bárbaro en Otaria.

“Me gusta considerarlo un bárbaro concentrado”. —Kamahl, luchador del foso

Él recuerda lo suficiente de su vida para llorar por lo que ha perdido.

Historia

Invasión

A la edad de cuarenta y cinco años, Balthor luchó durante la Invasión Pirexiana. Milagrosamente, sobrevivió mientras que varios no lo lograron, y se fue solo, escarbo lo que pudo, logrando recuperar nada menos que el Urza’s staff. Mientras deambulaba por los vastos páramos dejados por los pirexianos, encontró a un compañero sobreviviente luchando contra los sabuesos, Matoc. Matoc y él despacharon las construcciones rápidamente y comenzaron su larga caminata a casa a Otaria. En el viaje en barco a casa, Balthor se hizo amigo de Matoc y explicó lo mal que se sentía fuera de lugar entre los druidas de roca de su clan. Él y el bárbaro alcanzaron un parentesco en ese momento, mientras hablaban del calor de la batalla. Después de un asalto de piratas, se hizo evidente para Matoc lo que se debe hacer. El bárbaro invitó a Balthor a unirse a su clan. Cuando regresaron a Auror Village, Balthor se sometió al desafío de unirse a la tribu y pasó sin problemas.

Como agradecimiento por darle un hogar, Balthor forjó a Matoc una hoja del bastón de Urza.

Un nuevo hogar

Fue el mentor de Kamahl y Jeska, así como de muchos otros guerreros bárbaros. Además de guerrero, Balthor era un hábil mago y adorador de Fiers. Por preocupación por Kamahl viajó con Jeska a Cabal City para tratar de encontrarlo, luchando brevemente en las fosas junto a ella, pero no tuvo éxito en su búsqueda y regresó a las montañas.

Balthor se reunió con Kamahl cuando el bárbaro regresó a su casa con el Mirari. Balthor inicialmente estaba feliz de verlo, pero se preocupó por el comportamiento cada vez más errático y violento de Kamahl. Balthor se dio cuenta de que el Mirari tenía la culpa y se vio obligado a oponerse a su alumno cuando Kamahl trató de hacerse cargo de todas las tribus. Después de las heridas mortales de Jeska, Kamahl salió de la influencia del Mirari y decidió expiar el daño que había causado, que Balthor estaba feliz de ayudar. La pareja viajó a Krosa en busca de ayuda de los druidas, pero fueron emboscados por cabalistas y legionarios de la Orden bajo la influencia del Embajador Laquatus.

Balthor dejó que Kamahl huyera al bosque y se sacrificó para destruir a la bestia de demencia, Burke, mientras lo asfixiaba.

Balthor el envilecido

Sin embargo, la muerte no fue el final para Balthor. Los cabalistas lo criaron como un zombi, en la forma de Balthor el Envilecido. En su forma zombificada, fue capaz de retener un gran grado de su propia personalidad y recuerdos, que se desataron, lo que lo llevó a perseguir al tritón responsable de su muerte, Laquatus. Emboscó repetidamente a los hombres del embajador y causó muchas bajas, lo que llevó a los miembros de la Orden y la Cábala a irse cuando se dieron cuenta de que la criatura en las sombras solo quería al embajador. Esto dejó a Laquatus solo en el bosque para enfrentarse a Kamahl y Balthor. Sin embargo, en un giro del destino, los restos de Burke dentro de Balthor permitieron a Laquatus controlar al enano, obligándolo a luchar contra Kamahl. Balthor rogó a Kamahl que acabara con su sufrimiento, lo que el bárbaro hizo a regañadientes antes de matar al embajador.

Balthor el espíritu

Incluso entonces, Balthor se quedó. Su espíritu persistió en el Bosque de Krosa, cerca de la zona donde estaba ubicada la Espada Mirari, sabiendo que Kamahl la necesitaría de nuevo. Cuando Kamahl efectivamente regresó por ella, Balthor le ofreció su guía primero en la búsqueda de la espada y luego en dominarla. Cuando Kamahl comenzó a sentirse abrumado por la influencia de la espada durante una peligrosa kata, Balthor intervino sólo para ser golpeado por la espada y asesinado por última vez. Sin embargo, sus esfuerzos no tenían sentido: su muerte final volvió a poner a Kamahl en sus sentidos y permitió que el bárbaro-druida finalmente dominara los poderes oscuros del Mirari.