Lanzar un Eldrazi gigante, encadenar un turno extra o cerrar un combo infinito pide la misma moneda: mucho maná, y cuanto antes mejor. En Commander, verde está malcriado con ramp eficiente y barato, pero el resto del color pie también tiene herramientas si se rasca un poco más hondo. Estas cuatro cartas son sleepers perfectos para mesas donde quieres explotar el maná sin tocar bosques.
Copy Land: “tierra extra” azul que copia lo mejor de la mesa

Copy Land es un encantamiento por {2}{U} que entra como copia de cualquier tierra en el campo, manteniendo además su tipo de encantamiento. En el peor caso es una “pseudo tierra” azul extra; en el mejor, se convierte en tu segundo Field of the Dead, Gaea’s Cradle o la mejor utility de la mesa, incluso aunque pertenezca a otro jugador.
En mazos mono‑azules sin acceso a ramp de criaturas, Copy Land es oro puro, y brilla todavía más en estrategias de tierras o encantamientos (Estrid, Tatyova, etc.) donde aprovechar ETB y sinergias con encantamientos. Poder copiar hasta un Bojuka Bog ajeno cuando necesitas hate de cementerio es el tipo de flexibilidad que justifica su hueco.
Deep Gnome Terramancer: ramp blanco que castiga al verde

Deep Gnome Terramancer ofrece el clásico “catch‑up ramp” blanco: cada vez que un oponente pone una tierra en el campo sin haberla jugado como land drop (Cultivate, fetches, Myriad Landscape, etc.), puedes buscar una Plains no básica y ponerla enderezada. En Commander, eso suele pasar varias veces por vuelta de mesa.
En la práctica, este gnomo convierte cada Cultivate o Kodama’s Reach rival en un mini‑ramp para ti, y hasta puedes forzar triggers con cosas como Evolving Wilds o darte tierras extra a propósito en mazos políticos. Como además es una amenaza “blandita”, muchas mesas lo ignoran hasta que ya te ha puesto 2‑3 tierras en juego.
Braid Of Fire: maná rojo que crece cada mantenimiento

Braid of Fire da la vuelta al mantenimiento acumulativo: en vez de pagar, ganas {R} adicional cada upkeep por cada contador. Tradicionalmente solo servía para instants, porque el maná se vacía al cambiar de fase, pero eso cambia con cartas modernas como Electro, Assaulting Battery u Ozai, the Phoenix King, que permiten conservar maná entre fases y turnos.
En comandantes que convierten maná rojo en acción inmediata, como Ashling the Pilgrim o Grenzo, Dungeon Warden, la Braid se siente como un motor de value que escala solo: cada upkeep tienes más combustible para limpiar mesas o robar cartas de la parte baja de tu biblioteca. Si tu meta da tiempo a encenderla un par de turnos, es uno de los mejores “rituales permanentes” que rojo puede jugar.
Rev, Tithe Extractor: tesoros y cartas robadas en negro

Rev, Tithe Extractor es el ramp negro más brutal de esta lista: al atacar, convierte a una de tus criaturas en una especie de Ragavan, Nimble Pilferer dopado, exiliando carta del top del enemigo y dándote maná (normalmente en forma de Treasure) si conecta. Además, te permite lanzar esas cartas exiliadas más allá del turno, lo que lo convierte tanto en motor de ramp como de ventaja de cartas.
Gracias al toque mortal que otorga, bloquear a esa criatura se vuelve un mal negocio, por lo que Rev encaja perfecto en shells agresivos llenas de bichos pequeños o evasivos, o en mazos que ya hacen criaturas imbloqueables o hinchan el tablero con tokens. El único “pero” es su precio en papel (alrededor de 34 USD por su tirada limitada en Foundations Jumpstart), pero en potencia bruta es de lo mejor que negro puede ofrecer en ramp sin depender solo de rocas de maná.
Si tu mesa está cansada de que solo el jugador de verde juegue dos hechizos gordos por turno, probar uno o dos de estos sleepers puede igualar la carrera de maná sin cambiar de identidad de color.

