En el competitivo de Pokémon TCG Pocket, la ausencia de rotación y lista de prohibidas ha permitido que ciertas cartas dominen el diseño del juego más allá de lo saludable. Una de ellas es Misty, la carta de Partidario que, según muchos jugadores, ha condenado al tipo Agua a la irrelevancia. Entre ataques sobrecosteados y falta de soporte, las barajas acuáticas parecen ancladas en un nivel muy por debajo del resto, y todo apunta a que el problema tiene nombre propio.

La situación del tipo Agua en Pokémon TCG Pocket es crítica. Desde la salida de Irida hace casi seis meses, no hemos visto cartas acuáticas realmente relevantes en el meta. En su lugar, han llegado ex como Kingdra o Wishiwashi que, pese a sus nombres imponentes, carecen del poder y eficiencia para competir con los mejores.
El motivo, según varios jugadores, es claro: Misty. Esta carta de Partidario ofrece un ramp tan explosivo que obliga a los diseñadores a equilibrar las futuras cartas de Agua de forma exagerada, resultando en ataques caros, habilidades limitadas o directamente cartas mediocres. El razonamiento es sencillo: si el tipo Agua recibiera cartas con la misma eficiencia que otros tipos, combinadas con Misty, sería prácticamente imparable.

El problema es que esa filosofía ha congelado la evolución del tipo. Mientras Fuego goza de aceleradores como Stokezard, Eléctrico con Pichu, y otros tipos aprovechan cartas como Energy Switch, el Agua sigue esperando un soplo de aire fresco.
La solución más directa sería prohibir Misty o ajustar sus efectos en este formato digital, tal como juegos como Hearthstone han hecho con cartas problemáticas. Mantenerla tal cual significa seguir sacrificando el potencial de todo un tipo por miedo a un combo que, curiosamente, ya no es ni el más consistente del juego.
Si DeNA no actúa, el tipo Agua seguirá condenado a navegar en aguas turbias, lejos de la cima del meta.