2025 fue un año intenso para Magic: siete productos Estándar en doce meses, entre mundos nuevos, regresos nostálgicos y Universes Beyond para todos los gustos. Más allá de las ventas o del impacto en formatos competitivos, vale la pena preguntarse: ¿qué tan divertidos fueron realmente estos sets de jugar, draftear y construir alrededor de ellos?
7. Spider‑Man: cuando el crossover pierde la telaraña

El set de Marvel Spider‑Man llegó con una expectativa enorme y se estrelló en casi todos los frentes: cartas flojas, Limited poco inspirador y un exceso de variantes de arácnidos que se sentían intercambiables. A eso se sumó el lío de licencias, que obligó a versiones distintas para MTG Arena y debilitó la sensación de “evento” incluso para quienes solo juegan digital.
El resultado fue un producto que parecía más catálogo de skin que expansión jugable, sin precons Commander que rescataran el conjunto ni mecánicas realmente memorables asociadas a los personajes clave. Como aviso para 2026, dejó claro que Universes Beyond necesita algo más que una marca famosa para funcionar: hace falta un ángulo mecánico fuerte y una ejecución coherente.
6. Innistrad Remastered: sólido, pero imposible de destacar

Innistrad Remastered cumplió con lo que prometía: unificar varias visitas al plano en un entorno de draft funcional, con reprints potentes y tratamientos de arte muy atractivos. El problema es que, en un año saturado de novedades, un set 100% de reimpresiones tiene muy difícil convertirse en la conversación principal de la comunidad.
Como producto de nostalgia, rindió bien para quienes querían volver a draftear vampiros, hombres lobo y espíritus con una base de cartas conocida. Pero sin cartas nuevas ni un gancho mecánico fresco, su impacto se diluyó rápido y refuerza por qué Wizards ha decidido aparcar la línea de Remastered para priorizar más sets Estándar.
5. Aetherdrift: un gran sistema atrapado en un tema de nicho

Aetherdrift fue probablemente el set más infravalorado del año: introdujo mecánicas interesantes como Exhaust y ofreció facciones variadas que, sobre el papel, daban mucho juego. El problema estuvo en el envoltorio: un mundo centrado en carreras y vehículos locos, inspirado en Wacky Races, que a muchos jugadores les costó tomarse en serio dentro del Multiverso.
La narrativa hizo esfuerzos notables por justificar por qué tres planos de Magic de repente organizaban un super‑torneo de carreras, pero al ver las cartas muchos sintieron que apenas estaban “de paso” por esos mundos. Limited resultó divertido para quienes abrazaron el tono ligero, y ese precon de zombis se ganó fama de sleeper, pero el set nunca terminó de conquistar al público más clásico.
4. Final Fantasy: carta de amor impecable, set un poco más discreto

El crossover con Final Fantasy rompió récords de ventas y demostró lo que Universes Beyond puede hacer cuando se toma en serio la franquicia invitada: referencias cuidadas, guiños a todas las entregas numéricas y precons bien armados. Como producto para fans, fue casi intachable.
Como set de Magic, en cambio, se quedó un paso por detrás de los mejores del año: el diseño se volcó mucho en Commander, las mecánicas propias no tuvieron tanto brillo y experimentos como la “caza de chocobos” complicaron la disponibilidad de algunas cartas. Aun así, su Limited fue sólido, y solo la sombra de cartas polémicas como Vivi Ornitier hizo que parte de la comunidad lo mire con más cautela de la que merece.
3. Tarkir Dragonstorm: regreso clásico en el año de los crossovers

En plena era de colaboraciones externas, Tarkir Dragonstorm se sintió como un regreso a “Magic clásico”: clanes, dragones, buena curva de criaturas y removal, y una identidad visual fuerte sin apoyarse en IPs ajenas. El set cumplió con creces su promesa de reintroducir los clanes de Tarkir y dar nuevas herramientas a quienes aman jugar dragones grandes.
Los precons estuvieron entre los mejor valorados del año y la construcción de mazos encontró varias joyas para formatos eternos y Commander. Su único talón de Aquiles fue un Limited algo raro de leer al principio, con señales de draft que requerían más práctica, pero precisamente eso le dio rejugabilidad a quienes se quedaron explorando el formato.
2. Edge of Eternities: el plano nuevo que nadie esperaba amar

Edge of Eternities fue la gran sorpresa de 2025: un mundo de fantasía espacial con facciones muy distintas, conflictos claros y una ambientación que se sentía fresca sin caer en clichés obvios. Wizards arriesgó en el diseño de facciones y precons, y prácticamente en todos los frentes se percibió una preferencia por la opción interesante frente a la opción fácil.
La mecánica de Warp se consolidó como uno de los aciertos del año, permitiendo líneas de juego muy dinámicas, y el subtema de “tierras importan” acompañado de bonus sheet dio profundidad a la construcción de mazos. Edge of Eternities demostró que Magic todavía puede presentar mundos nuevos, coherentes y maduros que dan ganas de revisitar en un futuro bloque.
1. Avatar: The Last Airbender: diseño elegante con alma de set “principal”

El set de Avatar: The Last Airbender se ganó el corazón de muchos jugadores no solo por la nostalgia de la serie, sino porque sus cuatro mecánicas de bending lograron ser a la vez temáticas y excelentes en mesa. Cada tipo de bending capturaba muy bien su elemento, y las interacciones entre ellos ofrecían decisiones pequeñas pero constantes tanto al draftear como al jugar.
Su Limited fue, para muchxs, el mejor del año: formatos variados, arquetipos claros sin ser lineales y partidas donde cada turno ofrecía microajustes interesantes. Además, Avatar se sintió sorprendentemente cercano a un lanzamiento “normal” de Magic dentro de Universes Beyond: no se abusó de legendarios, el power level estuvo bien calibrado y la ambientación encajó con naturalidad en la estructura de un set Estándar, coronándose como el producto más redondo de 2025.

