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Lorwyn Eclipsed, Episodio 2: Entre La Furia De Isilu, Los Secretos De Glen Elendra Y La Sombra De Bolas.

Tras despertar accidentalmente al colosal elemental lunar en la caverna del episodio anterior, Sanar, Kirol, Abigale y Tam huyen a ciegas por el túnel mientras la oscuridad casi sólida que emana de la criatura lo devora todo. Al salir al prado, Isilu atraviesa el dolmen hacia el exterior y arrastra consigo una noche antinatural que avanza como una marea sobre Lorwyn, obligando a los estudiantes a refugiarse en pequeños islotes de luz diurna que se van reduciendo a cada paso. En la frontera entre luz y sombra se cruza en su camino Brigid Baeli, heroína de Kinsbaile, que los pone al día sobre el plano en el que han caído y sobre el peligro que representa este despertar.


Isilu marcha, la noche avanza y Brigid entra en escena

El capítulo retoma justo donde acabó el primero: Sanar corre por puro instinto, Kirol y Abigale lo siguen y Tam apenas consigue salir detrás de Isilu cuando el titán lunar abandona la cueva. La bestia cruza el dolmen hacia el prado y su paso convierte el mundo en una frontera viva entre día y noche, con la oscuridad extendiéndose como tinta sobre papel de filtro mientras pequeños parches de luz “normal” quedan atrás. Los cuatro estudiantes se reagrupan a duras penas bajo el cielo nocturno imposible y corren hacia las últimas manchas de sol, convencidos de que “lo familiar” será menos mortal que la sombra que ya han visto emanando de la criatura.

En uno de esos parches de luz, Tam señala a una arquera de complexión baja y armadura de cuero que les hace señas desde una roca: se trata de Brigid Baeli, leyenda kithkin que se presenta como heroína de Kinsbaile y les ordena seguirla sin discusión. Mientras los guía entre piedras y hacia un bosque de fresnos con espirales naturales en la corteza, Brigid les explica que los extraños portales llevan tiempo dejando “forasteros” en Lorwyn o, si tienen peor suerte, al otro lado de la división, en Shadowmoor; también les da nombre al monstruo que han despertado, Isilu, elemental de la noche que no debería estar activo en este tramo del ciclo. Cuando Abigale intenta usar su implante telepático, la kithkin le pide que salga de su mente, insistiendo en que no pertenece a la “thoughtweft” comunitaria del plano y revelando lo ajeno que resulta su modo de comunicación.

Lorwyn, Shadowmoor y un Omenpath borrado del cielo

A salvo, por el momento, en un bosque bañado por el sol, Brigid aclara que Isilu no solo trae oscuridad, sino que “siembra Shadowmoor” en territorio de Lorwyn, avanzando una dualidad mucho más profunda que un simple día/noche: dos caras de un mismo mundo que no deberían mezclarse de este modo. Kirol reconoce en sus palabras el eco de antiguos textos sobre una “invasión metálica” (inneal ionnsaigh) que agrietó la corteza del mundo y abrió estas vías entre planos, una clara referencia a la invasión Phyrexiana y a su impacto sobre el Multiverso. Brigid confiesa que lleva tiempo investigando estos portales porque cada vez más historias hablan de extraños a bordo de barcos como el Wanderwine o capturados por los elfos, y que ha acudido al lugar al ver una luz extraña en el cielo.

Al alzar la vista, todos ven el mismo triángulo iridiscente por el que cayeron, suspendido en lo alto como una membrana de jabón; sin embargo, la marea de oscuridad de Isilu lo alcanza y lo borra del cielo, cerrando la única salida que tenían a Arcavios. Abigale vuela desesperada hasta el punto donde estaba el Omenpath y confirma que ha desaparecido; de vuelta al suelo, el grupo asume que van a quedarse atrapados “un tiempo” y Tam, más pragmática, pide a Brigid que los lleve a un lugar donde poder refugiarse. La kithkin acepta, subrayando que la situación es lo bastante grave como para que incluso alguien que sobrevivió a la Gran Aurora tema volver a ser cambiada por fuerzas similares.

Glen Elendra: la corte de Maralen, entre sueños inquietos y elementales del sol

La escena cambia entonces a Glen Elendra, una fortaleza feérica construida dentro de una flor colosal, mitad palacio y mitad milagro vegetal, defendida por un seto de espinas vivas casi impenetrable y habitada por enjambres de hadas que vuelan entre luz solar y lunar sin cruzar la frontera entre ambas. La pequeña faerie azul que atrajo a los estudiantes en Arcavios vuelve a colarse por el seto en forma de criatura verde y retorcida propia de Shadowmoor, se “limpia” al pasar a la luz de Lorwyn recuperando su aspecto azul y se pierde entre la multitud del palacio, dejando claro que su papel como mensajera o agente doble aún no ha terminado.

Art by: Zoltan Boros

En la cámara de la reina, Maralen —avatar nacida de Oona, ahora monarca de la corte feérica— despierta de una pesadilla en la que percibe que algo fundamental ha cambiado en el mundo. Su propio cuerpo refleja esa tensión: una elfa de piel verde cristalina, cuernos de Mornsong y rasgos que poco a poco se endurecen hacia la carapaza feérica, atrapada entre dos identidades. Un enjambre de hadas personales irrumpe para contarle que uno de los suyos, Aherin, ha desaparecido, y que su cama parece usada mientras en los recuentos en pleno vuelo parece haber siempre el número completo, señal de que algo o alguien está ocupando su lugar sin ser detectado. La combinación de su sueño y estas anomalías lleva a Maralen a encargar a sus faeries que busquen al desaparecido mientras ella se mantiene en el palacio, y poco después recibe la visita de Rhys, cazador élfico que actúa tanto como su confidente como su guardián: si algún día Maralen empieza a repetir los abusos de Oona, él tiene el deber de matarla con una daga impregnada de moonglove, un veneno sin cura en Lorwyn.

Para calmarse, Maralen baja al patio bañado solo por el sol, donde descansa Eirdu, el elemental de día gemelo de Isilu, encogido lo suficiente para caber en el espacio pero aún así gigantesco, con seis patas, pelaje rojo y blanco y un sol literal flotando sobre su cabeza. La reina se reconforta apoyando la mano en su hocico, dejándose envolver unos momentos por el calor y la luz, hasta que Eirdu se levanta y abandona el patio; a medida que el elemental se aleja, pequeñas manchas de sombra comienzan a filtrarse incluso en ese espacio antes inviolable, indicando que el equilibrio entre día y noche se está fisurando a escala cósmica. La faerie azul, observando, se precipita de nuevo a un parche de Shadowmoor para recuperar su forma verde y va tras Maralen, confirmando que su misión en Glen Elendra continúa y que la corte feérica está en el centro de este desequilibrio.

De Strixhaven a Tarkir: Liliana, Ajani, Jace y la amenaza de Bolas

El episodio se cierra de vuelta en Arcavios. Liliana Vess, convencida de tener una tarde tranquila mientras sus alumnos recogen plantas, se irrita por una llamada a destiempo en su puerta… hasta que ve a Ajani Goldmane en el umbral. La conversación que sigue está cargada de historia personal: Ajani le anuncia que Jace Beleren ha muerto al perder el control de un hechizo en el Mediation Realm mientras investigaban las recientes “tormentas de dragones” en Tarkir junto a Elspeth y Narset. Sin cuerpo que recuperar —solo luz y energía disueltas—, Liliana se niega de entrada a creerlo, pero Ajani añade un segundo golpe: esas mismas tormentas desgarraron el reino y permitieron a Nicol Bolas escapar del cautiverio en el que Jace lo había mantenido desde Rávnica, huyendo por un Omenpath hacia un destino desconocido.​

Antes de que puedan procesar del todo lo que significa tener de nuevo a Bolas suelto en el Multiverso, Dina irrumpe en el despacho para avisar de que cuatro estudiantes de su clase —Kirol, Abigale, Sanar y Tam— han desaparecido tras seguir a “un bicho raro volador” y caer por un Omenpath que se cerró antes de que nadie pudiera perseguirlos. Liliana y Ajani cruzan miradas y, aceptando implícitamente la conexión entre la reaparición de Omenpaths, las perturbaciones cósmicas y la pérdida de Jace, se ofrecen a acompañar a Dina al lugar de la desaparición para intentar localizar a los alumnos, conectando así la trama académica de Strixhaven con el misterio mayor que envuelve a Lorwyn y Shadowmoor.

Blue Hurricane
Blue Hurricane
Cronista, fotógrafo, historiador y artífice.

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