La llegada del universo de Final Fantasy a Magic: The Gathering fue una de las colaboraciones más esperadas del año. Con una base de fans leal tanto en los videojuegos como en el TCG, era lógico pensar que el producto se agotaría rápidamente. Pero lo que nadie esperaba era que la venta del Secret Lair fuera, una vez más, víctima del mismo enemigo de siempre: los revendedores.
El Secret Lair Summer Superdrop 2025 incluyó tres entregas inspiradas en Final Fantasy: Game Over, Grimoire y Weapons. Todas ofrecían reimpresiones poderosas y deseadas —como Cyclonic Rift, Sword of Truth and Justice y Toxic Deluge— con arte temático exclusivo. El problema no fue el contenido, sino cómo se distribuyó.
Revendedores 1 – Jugadores 0
Minutos —o incluso segundos— después de que el producto saliera a la venta en el sitio oficial, miles de jugadores reportaron que los Secret Lairs ya estaban agotados. ¿Cómo fue posible? La comunidad no tardó en encontrar al culpable: un exploit en el sistema de cola de compra de Secret Lair.
Al parecer, algunos usuarios aprovecharon una vulnerabilidad para saltarse la fila virtual y comprar grandes cantidades, ignorando el supuesto límite de cinco unidades por cliente. Resultado: los Secret Lair de Final Fantasy aparecieron horas después en sitios de reventa a precios inflados, dejando fuera a los fans que solo querían una copia para jugar o coleccionar.
No Es La Primera Vez, Y Probablemente No Será La Última
Lamentablemente, este patrón no es nuevo. En lanzamientos anteriores, como los de MTG x Marvel o Tomb Raider, se vieron problemas similares. La fórmula se repite: alta demanda, poca oferta, fallos en la plataforma de venta y un silencio incómodo por parte de Wizards of the Coast.
Muchos jugadores se preguntan por qué no se ha implementado aún un modelo híbrido de impresión bajo demanda. Esta solución permitiría garantizar que todos los interesados tengan acceso a su copia, sin tener que competir contra bots ni sufrir el abuso del mercado secundario.
¿Qué Soluciones Propone La Comunidad?
La frustración estalló en redes sociales como X (Twitter), Reddit y Facebook, y muchos fans compartieron ideas para evitar que esto vuelva a ocurrir:
- Reducir el límite de compra a una unidad por producto por usuario, al menos durante las primeras horas.
- Monitorear activamente el sistema de colas para detectar exploits en tiempo real.
- Restringir compras por IP o requerir verificación de identidad para mitigar el uso de bots.
Son medidas sencillas en teoría, pero que requieren voluntad por parte de Wizards. Y hasta el momento, esa voluntad no se ha hecho visible.
¿Y Ahora Qué?
Mientras esperamos algún tipo de respuesta oficial —que probablemente nunca llegue—, a los jugadores solo les quedan tres opciones: resignarse, pagar sobreprecio en sitios de reventa, o intentar conseguir una copia a través de tiendas locales que, en ocasiones, reciben un pequeño stock de Secret Lair tras el lanzamiento.
Algunos incluso han optado por dejar de participar en estas ventas por completo. La experiencia de compra se ha vuelto tan frustrante que ni la nostalgia de ver una Limit Break reimaginada como Cyclonic Rift alcanza para justificar el esfuerzo.
Una Oportunidad Arruinada
El Secret Lair de Final Fantasy tenía todo para convertirse en una joya de coleccionismo y juego. Sin embargo, una vez más, una venta mal gestionada empañó la experiencia. El problema no es la demanda: es la falta de previsión y control por parte de Wizards of the Coast.
Mientras la compañía no tome medidas reales contra los revendedores, muchos fans seguirán sintiéndose excluidos de los productos más emocionantes de Magic: The Gathering. Y con más colaboraciones en camino —como Spider-Man o Avatar—, el reloj avanza para evitar que la historia se repita.
