En el electrizante sexto capítulo de la saga Aetherdrift, titulado “El Alzamiento Sin Sangre”, Chandra, Pia, Daretti y Loot realizan un aterrizaje forzoso en Ghirapur, justo cerca de la línea de meta del prestigioso Grand Prix. Tras utilizar un peligroso atajo a través del Omenpath de Amonkhet, el grupo se encuentra en medio de un caos absoluto: los esbirros del cónsul han invadido la pista, y entre ellos, para sorpresa de Chandra, se encuentran Jace y Vraska. Pero no todo es lo que parece, y las lealtades serán puestas a prueba mientras la ciudad se enfrenta a una amenaza sin precedentes.
Tras el forzado aterrizaje, la situación se torna crítica cuando Jace se acerca a Chandra, proponiéndole asumir la protección de Loot para que ella se concentre en la defensa de Ghirapur contra el dragón que se avecina. La piroquinetica, desconfiada, se niega a entregar a Loot, pero Jace, utilizando su magia mental, la somete y envía a sus marionetas humanas en su contra.
Chandra se encuentra en una difícil encrucijada: luchar contra sus rivales hipnotizados sin hacerles daño. Buscando refugio para idear una estrategia, es acorralada por Vraska, quien la obliga a entregar a Loot para evitar un derramamiento de sangre.
Mientras tanto, Spitfire, atrapada por los hombres de su padre, planea una fuga audaz. Con su última cánula de éter, logra liberarse y se une a Pia para rescatar a Chandra. La situación escala rápidamente cuando los thugs controlados mentalmente se enfrentan a la resistencia de los Nalaars. En medio de la refriega, el comentarista de la carrera, Vin, se convierte en el objetivo de un ataque dracónico, sólo para ser salvado en el último momento por la intervención de un arcángel.
Por otro lado, Nissa llega a la batalla y encuentra a Chandra incapacitada por los hechizos de Jace. Observa impotente cómo Jace y Vraska escapan con Loot a través de un portal, dejándola con la tarea de ayudar a su amiga herida. Mientras tanto, los campeones de Amonkhet, utilizando una nube de arena como cobertura, cruzan la línea de meta en primer lugar y celebran su victoria con las palabras inmortales: “Por la vida, por la muerte, por Amonkhet“.
El combate llega a su fin y Elspeth, malherida pero triunfante, revela que las apariciones dracónicas no son un incidente aislado: una tormenta mágica primordial se está extendiendo a través del multiverso, trayendo consigo dragones a mundos que nunca antes los habían conocido.
Tras la caída del cónsul y el caos controlado, Chandra, Nissa y Pia asisten a la ceremonia de premiación del Grand Prix. Sita, ahora en un nuevo rol como conductora, agradece a Chandra por salvar la ciudad y revela que su padre está tras las rejas. Mientras los vencedores Zahur y Basri celebran con el trofeo Aetherspark, en las sombras, Jace y Vraska llevan a Loot a los escarpados acantilados de Tarkir, dejando abierta la incertidumbre sobre su destino y el futuro del multiverso.
