Magic: The Gathering siempre fue un hobby costoso, pero la situación actual supera cualquier escenario previo. Hoy los mejores decks de Standard superan los 600 dólares y el legendario Mono-Red, alguna vez la opción barata y competitiva, ya puede rozar los 300 dólares. El aumento no solo afecta a formatos premium, sino que amenaza el acceso a la experiencia competitiva para miles de jugadores.
La raíz del problema está en la desaparición de los productos Masters y Remastered como vía tradicional de reimpresión. Según Mark Rosewater, la línea Masters está oficialmente retirada tras años de mantener el precio de staples bajo control — una decisión motivada por la saturación de lanzamientos, hoy dominados por Universes Beyond y el Multiverso Magic. ¿El resultado? Una reducción radical en los canales de reprints, justo cuando la necesidad era más grande que nunca.
El panorama no mejora con los bonus sheets, cuyas odds de aparición empeoran en cada set nuevo. De una carta de bonus por sobre en los tiempos de Modern Horizons, pasamos a que en sets como Spider-Man y TMNT las cartas chulas sólo aparecen en una de cada 24 o incluso 28 boosters. El valor del reprint tampoco sigue una lógica: a veces, sets raros traen menos reprints de alto valor que sets frecuentes, y las bonificaciones ya no sirven para democratizar staples como antes.
Los decks preconstruidos, tanto de Commander como Estándar, tampoco resuelven el abismo. Si bien incluyen algunas cartas valiosas, el modelo temático impide colocar staples interformato y, además, implicaría subir aún más el precio. Secret Lair y promos especiales podrían ayudar, pero la tirada limitada y el modelo de ventas juegan en contra del acceso masivo.
El panorama es desalentador: sin Masters, bonus sheets insuficientes y sin una política consistente de reprints, enfrentamos una escalada continua en los precios de staples y decks competitivos. La única presión real sería un boicot masivo que obligue a Wizards a corregir rumbo o lanzar una línea totalmente nueva de productos de reimpresión (algo como los Chaos Vault ampliamente disponibles y ricos en staples).
Por ahora, el jugador común solo puede esperar que el problema escale lo suficiente para activar una reacción. De lo contrario, los precios seguirán subiendo y Magic se volverá cada vez más un lujo. ¿Tendremos pronto una solución? El futuro es incierto, pero la necesidad de una vía clara y justa para reimprimir es más imperiosa que nunca.