El lanzamiento de Spider-Man pasó sin demasiadas expectativas en cuanto a poder. Sin embargo, entre sus cartas ha surgido una verdadera sorpresa: Carnage, Crimson Chaos, una criatura que a primera vista parecía mediocre, pero que en realidad puede generar un bucle infinito de dos cartas capaz de ganar partidas al instante.
Cómo Funciona El Combo
Por sí mismo, Carnage es un 4/3 con arrollar que resucita temporalmente otra criatura. Nada extraordinario… hasta que entra en juego junto a clones como Mirror Image o Glasspool Mimic.


La secuencia es la siguiente:
- Carnage reanima a Mirror Image.
- Mirror Image entra como copia de Carnage.
- La Regla de Leyenda manda al cementerio la copia.
- Antes de desaparecer, se activa nuevamente la habilidad de Carnage, reanimando al clon original.
Este ciclo puede repetirse infinitamente con varias criaturas de coste bajo que copian, como Deceptive Frostkite o Flesh Duplicate, sobre todo en Commander.
Ganar Al Instante
El bucle crea infinitas entradas y salidas de criatura, lo que convierte cualquier disparador en una condición de victoria inmediata. Cartas como Impact Tremors, Tinybones Joins Up o incluso Sephiroth, FABLED Soldier convierten el combo en una tormenta de daño imposible de frenar.
¿Dónde Brilla Más?
En Commander es donde el combo tiene su mejor hogar, ya que existen comandantes Grixis que potencian este plan:
- The Rani puede goadear criaturas sin parar.
- Be’Lakor, the Dark Master convierte cada reanimación en ventaja de cartas.
- Sedris, the Traitor King permite reanimar a Carnage desde el cementerio y repetir todo el combo.
En formatos construidos como Pioneer, la interacción es posible gracias a descartes como Fable of the Mirror-Breaker, pero el plan resulta más frágil y fácil de interrumpir que otros combos ya establecidos.
Aunque no dominará Estándar, Carnage, Crimson Chaos encontró un hueco inesperado en Commander como pieza de un combo infinito elegante y devastador. Una carta que pasó desapercibida en los spoilers, pero que ahora amenaza con convertirse en la nueva pesadilla de las mesas casuales.