El mercado de Magic: The Gathering nunca deja de sorprender. Esta vez, el protagonista es Ugin’s Nexus, un artefacto que en pocos días casi duplicó su precio, pasando de $2.80 a $4.70 (y sus versiones foil de $8 a $16).

El motivo de esta subida repentina es la llegada de Toph, The First Metalbender, un nuevo comandante que parece tener una sinergia brutal con la carta. Los jugadores se apresuraron a comprar copias pensando en un combo de turnos infinitos.
El problema: la interacción no funciona como creen.
¿Cuál Es El Supuesto Combo?
La idea detrás del hype es sencilla:
- Ugin’s Nexus se sacrifica para darte un turno extra.
- Toph, gracias a su habilidad de proteger y recuperar artefactos, lo devuelve al campo.
- En teoría, podrías repetir el proceso y encadenar turnos infinitos.
Sobre el papel suena espectacular, pero la realidad es diferente.
¿Por qué no funciona?
El propio texto de Ugin’s Nexus contiene una trampa:
“Si un jugador fuese a comenzar un turno adicional, ese jugador se salta ese turno en su lugar.”
Es decir, mientras el Nexus esté en juego, tú mismo no puedes disfrutar de turnos adicionales. Así que al intentar ejecutar el combo, terminas simplemente saltándote tu turno extra.
¿Y Qué Sí Se Puede Hacer?
Aunque el “infinito” no funcione, la interacción no es inútil:
- Puedes sacrificar el Nexus, regresarlo con Toph y volver a sacrificarlo.
- Eso te da tres turnos consecutivos, lo que en Commander suele ser más que suficiente para cerrar la partida o tomar el control absoluto.
Además, Toph tiene otras sinergias interesantes en Commander:
- Con Blossoming Tortoise, es posible generar mana infinito.
- Con Caged Sun, se crean bucles infinitos de disparos que terminan en empate forzado.
Toph, sin duda, es un comandante que va a seguir provocando combos extraños y picos de precio en cartas viejas.
El caso de Ugin’s Nexus es un recordatorio perfecto de cómo la especulación y la ilusión de combos “rotos” puede disparar los precios en MTG, incluso si la interacción real no funciona como se piensa.
Eso sí, no subestimes el poder de tres turnos seguidos: aunque no sea infinito, es más que suficiente para desatar el caos en la mesa.